jueves, 22 de diciembre de 2011

EL DISEÑO SAGRADO DEL CAMINO DE SANTIAGO. UNOS APUNTES E IMÁGENES PARA LA REFLEXIÓN

La catedral más grande de Francia, una obra gótica impresionante... quizás aquí empiece el Camino aunque no sea lo oficial...


La catedral de Amiens es la más norteña de los grandes templos góticos franceses, que quizás forman en su conjunto la constelación de Virgo, en honor a la Diosa Madre... a Nuestra Señora, Notre-Dame. La estrella de ocho puntas es uno de sus símbolos fundamentales, el número de la intermediación entre la tierra y el cielo... Como la gran estrella del bellísimo rosetón central de la catedral de Amiens.


O quizás esas catedrales reflejan la constelación de la Osa Mayor, las estrellas del norte donde según los antiguos egipcios se dirigen las almas para luego recorrer su destino celestial. Esta constelación es el Árbol de la Vida, por lo que antes hay que pasar por delante del Dragón, pero también es el Carro de Santiago y de esta manera tendrán como guía a la oca para recorrer el Camino de la Vía Láctea, el que marcó en el cielo con su leche la Diosa... Todo femenino al fin y al cabo, pues femenino es el inicio y el camino en nuestro mundo, un camino iniciático que es como una espiral, un laberinto hacia nuestro interior...


El inicio del Camino de Santiago en Amiens... quizás eso denota el laberinto octogonal de su catedral... Perfecto, hipnótico, es el octógono de los templos que son puertas del cielo, como la planta de la Cúpula de la Roca en Jerusalén, como otros monumentos del Camino, todos ellos lugares de iniciación que muchos relacionan, claro está, con las cofradías de maestros constructores y también con los templarios, sus guardianes... ¿ven la cruz paté, o de pata de oca, en el laberinto?

Es posible que uno de los iniciados que sabían esto fue san Fermín, el famoso santo pamplonica que viajó hasta aquí, se hizo obispo e intentó evangelizar a sus habitantes pero que tuvo que sufrir a sus detractores, que lo decapitaron en el 303. San Fermín de Amiens, patrón de la ciudad, tiene en su honor unos grandes bajorrelieves en la catedral describiendo su vida y leyenda.


Sí es oficial que el Camino empieza en otra ciudad del mágico gótico francés, París. Allí hubo una gran iglesia dedicada a Santiago de la que solo queda una esbelta torre que nos recuerda la relación secular de la ciudad del Sena con Compostela.


Y otra ciudad reconocida como inicio del Camino es Chartres, con quizás la catedral de más puro gótico y que fue maestra de las demás. Situada en un lugar que se sabe de los más sagrados para los antiguos celtas, su excelencia y misterio ha perdurado durante siglos hasta ahora.


Aquí el celestial doce configura su gran rosetón central como los dos laterales, siempre dominados por el también celestial azul de sus vidrieras, un azul especial y precioso, el azul de Chartres. Y al principio de su nave central otro laberinto, este más conocido que el de Amiens, circular con doce niveles, que parece dividido en cruz y centrado por una flor de seis pétalos.


Curiosamente, una de sus capillas con más devoción es la de Nuestra Señora del Pilar, con su imagen encima de la columna o pilar...


Desde el norte, siguiendo lo que señala la Vía Láctea, el Camino va serpenteando hacia el sur y el oeste, donde el Sol se pone todos los días. Con el diseño del Camino que presenté nos podríamos trasladar al lugar que centra la configuración de la ruta sagrada, marcado por la columna o pilar, el de la Virgen María que se apareció a Santiago y sus discípulos señalando el sitio en Zaragoza junto al Ebro, en donde con el tiempo se alza la magnífica basílica de Nuestra Señora del Pilar.


La imagen de la Virgen con Niño suele estar adornada de grandes mantos, pero ciertos días al mes se muestra sin ellos y entonces se puede ver bien la figura encima del pilar, que está adornado de oro y que deja poco espacio para ver que se trata de jade. Por supuesto, el fondo del camarín está decorado con celestiales estrellas de ocho puntas.

                                                                                       (Foto de David Abián, davidabian.com)

Pero Zaragoza no forma parte oficial de la vía principal del Camino, sí de alguno secundario, lo que no quita su fundamental importancia, más oculta que evidente, en esta ruta sagrada.

De todas formas, antes que Zaragoza está Jaca, centro del Camino aragonés y que posee una de las catedrales románicas más importantes de Europa. Se empezó a construir en la misma época que la de Compostela, entre los siglos XI y XII. De alguna manera son el principio y final del Camino monumental en España.



Entre sus joyas escultóricas y simbólicas destaca el crismón sobre la puerta principal. El crismón está muy relacionado con el Camino, se encuentra en muchos de sus templos, y aparte de simbolizar a Cristo parece marcar al lugar como sagrado formando parte de la ruta de conocimiento. Muchas connotaciones esotéricas tiene el crismón, que el lector curioso si quiere puede indagar, y básicamente tiene forma circular con varios radios, seis u ocho. El de Jaca tiene ocho radios, tiene dentro varios símbolos aparte de los habituales, está escoltado por dos leones y tiene varios textos en latín aconsejando al buscador...


Como muestra, reproduzco el texto de la base del crismón: "Si quieres vivir, tú que estás sometido a la ley de la muerte, ven aquí suplicante, renunciando a los alimentos envenenados. Purifica de vicios tu corazón para que no perezcas de una segunda muerte."

Camino purificador, Camino alquímico... Los alquimistas llamaban metafóricamente "Camino de Santiago" al proceso de la Gran Obra, ya saben, el que tiene como final la consecución de la Piedra Filosofal...
Otro crismón, como no podía ser menos, centra la portada principal de la pequeña iglesia de Santiago en Roncesvalles, el lugar que encabeza el inicio del Camino francés en España. Por desgracia, está deteriorado pero deja ver sus seis radios, y parece muy similar al de Frómista...


Siguiendo el Camino, cerca está Pamplona, lugar de nacimiento de san Fermín, tan celebrado y famoso. Este es el san Fermín de Amiens, ¿recuerdan? Una vez decapitado en aquella ciudad gala con el tiempo su cabeza fue llevada a Pamplona y su santidad honrada desde entonces en Amiens y Pamplona.


Un poco más lejos continuando el Camino llegamos a Logroño, otro centro importante del diseño sagrado. Junto a su iglesia dedicada a Santiago se encuentra algo muy curioso, una plaza con una representación en el suelo del juego de la oca, que como todos sabrán a estas alturas representa al Camino de Santiago. Milenarios son ambos y varios han sido los intentos de relacionar concretamente cada una de las 63 casillas del juego y sus símbolos con los lugares y etapas que conforman el Camino, a mi entender ninguno convincente completamente. En este de la plaza de Santiago de Logroño se hace también un intento de correlacionar en cierto modo el juego con el Camino. Me parece una obra interesante y original, y una de las cosas que más me han llamado la atención es el símbolo del laberinto del juego, no sé si será por casualidad pero se trata de uno muy parecido al de Amiens.



Tras pasar por hitos del Camino como Burgos, cuya catedral nos recuerda sin duda a las francesas a pesar de sus variantes hispanas, llegamos al lugar más al sur de la ruta, Frómista, otro lugar clave del diseño sagrado y que destaca sobremanera por su preciosa iglesia románica de San Martín de Tours. Es interesante esta advocación, pues san Martín, siendo un soldado romano, se convirtió al cristianismo con una experiencia en la que se le apareció Cristo como si fuera un mendigo, y esto ocurrió en Amiens pocos años después de que san Fermín muriera allí. Seguramente será casualidad... La cuestión es que también se hizo obispo, concretamente de la ciudad francesa de Tours, incluida en la ruta jacobea del norte del país galo, y defendió ante el emperador que no fuera ejecutado el obispo hispano Prisciliano, el conocido líder cristiano gnóstico que tanta relación tuvo con el Camino y que, considerado hereje por la Iglesia Católica, fue ejecutado finalmente, lo que provocó el disgusto y enfado de san Martín de Tours, a pesar de que este no compartía las ideas priscilianistas, quizás no era contrario del todo.


El templo de Frómista es otra de las maravillas monumentales del Camino, situado casi en mitad de este en España, y construido en la misma época que el de Jaca y Compostela. Un crismón adorna el dintel de una de sus puertas interiores, muy parecido al que hay en Roncesvalles, como ya dije.


Después de Frómista está Sahagún y León, cuya catedral de nuevo nos recuerda al principio del Camino en el norte de Francia, pero esta aún más, con su estilo de refinado gótico y maravillosas vidrieras.

Siguiendo decididamente el Camino la dirección marcada de Zaragoza al Finisterre, nos adentramos en el Bierzo, de antiguas y enigmáticas poblaciones, como Astorga y Ponferrada, donde el castillo templario todavía domina la población, como si aún sus caballeros bajo el signo de la cruz tau guardaran el Camino.


La cruz tau, usada por templarios, franciscanos y antonianos, todos presentes en el Camino. Símbolo de vida, de espiritualidad, que porta el maestro, el sabio... como Santiago. Y llegamos a Compostela, la brumosa ciudad, única y mágica, ¿campo de la estrella?, el gran destino para los ortodoxos, pues es el lugar, sea real o simbólico, donde está la tumba de Santiago.


La catedral también es, como dije, el final del Camino monumental, de la misma época que los templos de Jaca y Frómista. Sin duda, su gran joya es el Pórtico de la Gloria, un compendio de simbología basado en el Apocalipsis... Una serie de estupendas esculturas centradas por la puerta doble en forma de tau... el Árbol de la Vida...


Y en el centro, debajo de Cristo, el apóstol Santiago, con su báculo con la empuñadura en forma de tau, simbolizando sin duda a todos esos maestros del Camino, del camino interior que hay que recorrer en la vida como si un juego de la oca se tratase.


Hasta el Camino, en su diseño físico que presenté, tiene forma de tau, una enorme cruz de ángulos rectos que unen principio y final, norte y sur, este y oeste. Como si de un enorme crismón se tratara... parecido al de Jaca... y al de esta catedral de Compostela, pues en el centro de la portada de las Platerías hay un crismón similar de ocho radios escoltado también por dos leones... La relación parece clara...


Pero el Camino no termina en Compostela. Termina en la costa gallega, la Costa de la Muerte. Un lugar destacado es Padrón, donde la leyenda dice que llegó el cuerpo de Santiago en una barca tras haber sido muerto en Tierra Santa. La barca fue amarrada a un pedrón, se dice que este pedrón es el que da nombre a la población, Padrón. En fin, la cosa es que este pedrón se conserva en la iglesia de Santiago de la localidad y resulta ser un ara de origen romano, quizás anterior, en honor a Neptuno, el dios del mar, pero también de la iniciación, su tridente tan parecido a la pata de oca es solo uno de los indicios que lo relacionan con el Camino.


Otro lugar destacado sería la cercana Noia, relacionada con el desembarco de Noé, ni más ni menos, el gran líder de la nueva humanidad tras el Diluvio hace miles de años, y que si hacemos caso de la mitología comparada fue instruido y avisado por el dios que los romanos denominaron Neptuno. Allí, la inusual cantidad de losas funerarias de claro significado esotérico nos hace ver que estamos en un sitio señalado muy especialmente por los iniciados.

Pero los dos sitios que claramente son finales del Camino son Muxía y Finisterre. En Muxía se le presentó a Santiago la Virgen María montada en una barca de piedra que se acercó hasta la rocosa costa para darle ánimos y guía, similar a lo que pasó en Zaragoza, pero aquí como vemos el mar es el protagonista, pues la Señora vino cual Venus en su nacimiento sobre la concha venera... la vieira, símbolo fundamental del Camino, que lo identifica, y que es un símbolo femenino, de la Diosa...


Aquí, junto al santuario de la Virgen de la Barca, siguen las rocas que según la leyenda son los restos de la barca milagrosa, sí, milagrosa, pues las gentes del lugar les adjudican ciertas propiedades mágicas... las piedras de la Diosa, presentes también en otros lugares sagrados.
Y Finisterre, el final de la tierra, donde un importante santuario celta hubo en honor al Sol, lo que los romanos llamaban "ara solis". Un lugar privilegiado para observar el ocaso del Sol, cómo este se sumerge y oculta en el horizonte del mar, espectáculo que a los romanos que por primera vez lo vieron les llenó de temor y respeto.

Cuánto de la milenaria religión egipcia hay en todo el Camino, desde el principio hasta el final...

Final del Camino, donde el Sol muere por el oeste hasta que renazca al día siguiente por el este, como el peregrino que vino del este a morir al oeste, que aquí muere en la tierra y renace en una nueva vida purificado por el agua del mar y el fuego del Sol. Ha cambiado, ha transmutado... ¡Ultreya! ¡Hay Más Allá!

4 comentarios:

  1. El hombre adoró a la Gran Diosa en puntos donde podía comunicarse con ella, creando auténticos lugares sagrados en focos activos de energías telúricas, localizados a lo largo y ancho del globo.
    http://www.proyectosalonhogar.com/Los_Templarios/Las_virgenes_negras.htm

    Fernando Ortiz

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  2. Cierto, los auténticos lugares sagrados tienen que ver con las energías telúricas, quizás más bien cosmotelúricas...
    Buen artículo el que enlazas, se resume lo que se piensa que pueden ser las Vírgenes negras: María, María Magdalena... creo que en definitiva es el culto al lado femenino de la Creación, esa Diosa Madre en la que todos estamos acogidos.
    He escrito varios artículos de esto o relacionado, como este de los principios del blog:
    http://ianuacaeli.blogspot.com/2009/11/la-virgen-maria-y-los-lugares-de-poder.html
    Un cordial saludo.

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  3. Muy interesante e ilustrativo, me ha encantado.

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